
Orlando Solís
Clase de 2018, El Salvador
Orlando Solís
Orlando Solís (Clase de 2018, El Salvador) estaba en su cuarto año en la EARTH cuando tuvo por primera vez un controlador de dron en sus manos. Con la ayuda de sus profesores, pilotó el dron a gran altura, lo que le permitió ver de cerca las copas de los árboles, las sombras de la tierra y los tejados de la universidad. Esa primera experiencia -ver su entorno a vista de pájaro- se le quedó grabada para siempre.
Ese momento marcó el inicio de la trayectoria profesional de Orlando. Desde que se graduó, ha fusionado con éxito la tecnología y la agricultura, liderando el uso de drones para la optimización de cultivos y el análisis de datos en varios lugares de El Salvador y Honduras. En la actualidad, Orlando es el Director de Operaciones de Drontek, una empresa especializada en tecnología de drones.
Su trayectoria dentro de la organización comenzó como Jefe de Pilotos. Con el tiempo, ascendió a su puesto actual, en el que supervisa proyectos en ambos países. Su cargo implica la coordinación de proyectos de seguimiento y gestión de cultivos con drones, así como el análisis de datos, herramientas clave para modernizar la agricultura, fomentar el desarrollo y ampliar las soluciones innovadoras en el sector. Uno de sus últimos proyectos se centra en la aplicación de dosis variables, que utiliza imágenes multiespectrales para medir la clorofila (pigmento) de las plantas y ajustar las dosis de aplicación de insumos en función de las necesidades de los cultivos.
“Cuando empecé a trabajar con drones, teníamos que caminar y marcar manualmente los límites del terreno: era un proceso muy básico. Luego aparecieron los drones cartográficos, que nos permitían captar múltiples imágenes de una zona y procesarlas en un ortomosaico, una imagen detallada que utiliza fotografías aéreas superpuestas del terreno y que ayuda en la planificación. Ahora, con los drones multiespectrales y la aplicación de dosis variable, utilizamos imágenes NDVI (Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada) para medir la clorofila de las plantas. Esto ayuda a reducir costes y mejorar la producción aplicando sólo lo necesario en cada zona”, explica.

El impacto de los drones en la agricultura ha sido transformador. Desde la cartografía del terreno hasta la gestión de precisión y el uso de imágenes detalladas adaptadas a las necesidades específicas del usuario, la tecnología de los drones ha optimizado los recursos y mejorado la eficiencia en el campo. Según Orlando, los drones pueden reducir el uso de agua en la agricultura hasta en un 90% y la aplicación de productos agroquímicos hasta en un 10%, proporcionando beneficios tanto económicos como medioambientales.
Orlando también comparte sus conocimientos con las nuevas generaciones, enseñando aplicaciones de drones en la agricultura en una universidad de su país. Para él, esta experiencia docente es una oportunidad de reproducir lo que aprendió en EARTH a través de una educación práctica y basada en la experiencia.
La agricultura de precisión es un campo en constante evolución. Orlando insiste en la importancia del aprendizaje continuo:
Por eso investiga y se forma constantemente en nuevas tecnologías, como tractores autoguiados y sistemas de georreferenciación, buscando formas de integrar más innovación en la agricultura, e incluso en otros sectores que puedan beneficiarse de estos avances.
Su historia es un claro ejemplo de cómo la tecnología y el conocimiento pueden transformar los sistemas alimentarios: mejorando la gestión de los recursos, aumentando la productividad de los cultivos y mejorando la calidad de vida de agricultores y consumidores por igual.
