Senska and Elizabeth

Senska Madgscherly Jean

Clase de 2016, Haití

Senska Madgscherly Jean

La noche del 13 de junio, el escenario del Auditorio Emory L. Cocke del Campus EARTH Guácimo se llenó de fuerza femenina. Seis mujeres dieron un paso al frente para hablar de sus vidas, sus proyectos y su visión para cambiar el mundo y convertirlo en un lugar mejor. Estas mujeres utilizaron sus voces para transmitir a la audiencia que cada acción cuenta, y que cada uno de nosotros puede transformar nuestro entorno a mejor de una manera u otra.

“Mujeres que inspiran” es una serie de eventos que se creó en 2022 con el objetivo de movilizar a la gente a través de las historias inspiradoras de diferentes mujeres. Estos espacios son posibles gracias al Fondo de Mujeres, establecido por la familia de la Dra. Beatrice E. Lewis para honrar su legado y su vida. El objetivo del Fondo es inspirar a otras personas, principalmente mujeres y niñas.

En esta ocasión, tuvimos el honor de contar con la presencia de Senska Jean (Clase de 2016, Haití) y Elizabeth Muthoni (Clase de 2016, Kenia) EARTH Alum & Mastercard Foundation Scholar, cofundadoras de Womenful Voice; Karla Reátegui (Clase de 2005, Ecuador), primera prefecta de la provincia de Zamora Chinchipe en Ecuador; María Paula López y María José Castro, representantes de la organización Soy Niña; y Laura Ureña, cantautora costarricense.

Aquí compartimos un poco sobre sus inspiradoras historias:

Un viaje a la espiral de la vida

Tengo necesidad de silencio
encontrarme conmigo mismo
dejar de silenciar
mi propia voz

Con estas letras, Laura Ureña abrió la sesión. Ella y su guitarra iluminaron el espacio con tiernas melodías y poesía en forma de canciones que hablaban de amor propio, ternura y conexión con nuestra propia esencia. Laura cantó y habló de su vida, de sus procesos creativos a la hora de hacer música y de la conexión que todos tenemos con el arte como creadores en busca de la excelencia y la dedicación. A través de un viaje por su álbum “Espiral”, Laura habló de algunos momentos que han sido esenciales en su vida, como atravesar el duelo con ternura y redefinir su espiritualidad. Laura compartió estas palabras con el público:

“Para mí, la experiencia humana significa pasar por muchas emociones. En mi caso, llegar al centro de la espiral de la vida significa aceptar la tristeza en un mundo que impone constantemente una positividad tóxica, donde la tristeza se considera algo malo. Para mí fue un reto personal aceptar la tristeza como una emoción más, aprender a vivir con ella y comprender que con cada decisión que tomamos ganamos y perdemos algo. La vida está llena de alegría y de duelo”.

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Soberanía para mujeres y niñas

Senska y Elizabeth proceden de distintas partes del mundo, pero sus experiencias vitales las han unido a otras mujeres. Ambas han tenido que luchar para hacer oír su voz, romper estigmas culturales en sus países y tener acceso a oportunidades educativas y profesionales para su crecimiento personal. Por eso, al graduarse en EARTH, decidieron crear Womenful Voice, una organización que pretende capacitar a las mujeres y niñas de Haití para que defiendan sus derechos y atiendan sus propias necesidades a través de una educación de calidad, programas de formación y bienestar físico y mental, todo ello con el fin de lograr resultados positivos a largo plazo.

Para dar forma a esta organización, que ya ha repercutido en cientos de mujeres, ambas graduadas tuvieron que ser estratégicas y aunar fuerzas con más de 40 voluntarios de 17 países que las han apoyado en la creación de programas de becas, iniciativas de tutoría, programas de salud menstrual y esfuerzos de reforestación. Senska compartió:

Desde que empezamos nuestra andadura en EARTH, nos preguntábamos cómo íbamos a influir en el mundo después de graduarnos. Por eso Elizabeth y yo pusimos en marcha este proyecto, porque queremos marcar la diferencia en la vida de las niñas y mujeres de Haití y de todo el mundo. Queremos que definan sus propios caminos y futuros".

De la agricultura a la política

Karla Reátegui procede de una de las provincias del sur de Ecuador, una región con el intenso verdor de la selva amazónica. Cuando regresó a su país tras completar su formación en la EARTH, Karla trabajó como educadora y participó en proyectos de conservación con mujeres indígenas.

Junto a estas mujeres desarrolló un programa para mejorar su acceso a los mercados y permitirles vender sus productos agrícolas a precios justos. Desde entonces, Karla se interesa especialmente por el desarrollo comunitario y el bienestar de la población de su región.

“Al trabajar con mujeres, me di cuenta de que tendemos a invisibilizar nuestro trabajo. Las veía hacer de todo, pero cuando les preguntaba, me decían que no hacían nada. Los papeles de liderazgo estaban ocupados predominantemente por hombres. Fue entonces cuando me dije que esta realidad tenía que cambiar, porque las mujeres son capaces de mucho. Para mí era esencial dedicarme a un trabajo que no consistía en competir con los hombres, sino en empoderar a las mujeres, fomentar la autoestima y el amor propio entre ellas. Esto abrió el camino a algo más”.

Así nació el interés de Karla por la política, sabiendo que desde una posición de liderazgo gubernamental podría lograr cambios sistémicos para ayudar a las comunidades. Comenzó su carrera política en 2014, cuando fue elegida viceprefecta. En 2023 se presentó como candidata y se convirtió en la primera mujer prefecta de la provincia con más del 55% de los votos y una ventaja de más de 20 puntos porcentuales sobre otros candidatos. Desde entonces, ha trabajado incansablemente por la conservación, la sostenibilidad y el acceso a oportunidades en Zamora Chinchipe.

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¡Las chicas pueden hacerlo!

María Paula López tiene quince años y habla con una determinación que estremece. Procede de una comunidad afectada por la violencia y la falta de oportunidades.

Desde hace cinco años forma parte de Soy Niña, una organización creada con el objetivo de capacitar a niñas y adolescentes para prevenir todas las formas de violencia de género, el abandono escolar, el aumento de los índices de pobreza, las relaciones impropias, los abusos sexuales y los embarazos adolescentes, entre otros.

“Soy Niña me ha enseñado que el feminismo no es un capricho, que no es el resultado de una generación frágil, sino una llamada a la conciencia de la sociedad en nombre de todas aquellas mujeres que no pueden hablar. Soy Niña es una inspiración y me ha enseñado todo lo que sé y siento sobre el amor propio, todo lo que puedo hacer y conseguir. Me ha enseñado que si lo intento, puedo hacer todo lo que parece imposible porque tengo alas para volar”.

También subió al escenario María José Castro, directora de programas de Soy Niña, quien compartió cómo la organización apoya a mujeres jóvenes y niñas para que alcancen su pleno potencial en todos los ámbitos posibles, rompiendo los ciclos de pobreza y violencia de género. Gracias a Soy Niña, muchas niñas como María Paula pueden crecer y convertirse en mujeres fuertes e independientes.

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Muchas gracias a la familia Freeman, fundadora del Fondo. Gracias a ellos, Women Who Inspire ha sido posible una vez más, permitiéndonos llenarnos de inspiración a través de la historia única de cada ponente.